viernes, 27 de noviembre de 2015

ESTRÉS PUEDE GENERAR INFERTILIDAD, CIENTÍFICAMENTE COMPROBADO


Hace un tiempo, se dio a conocer el primer estudio en obtener una comprobación científica de la asociación entre el estrés y la infertilidad: según el Instituto Nacional de Salud Infantil y Reproducción Humana de EE.UU, las mujeres que atraviesan por estrés físico o emocional tienen 50% menos de posibilidades para concebir. 

El estudio


La investigación hizo el seguimiento durante 12 meses a 501 parejas que buscaban conseguir el embarazo. Terminado el estudio, se agrupó a las mujeres que no habían quedado embarazadas según su edad, etnia, consumo de alcohol, cafeína y tabaco, entre otras variables, a fin de evaluar potenciales relaciones entre ellas y el resultado negativo de embarazo.

Además, se estudió la presencia de la hormona cortisol y de alfa amilasa en la saliva de las mujeres, importantes biomarcadores que se incrementan ante situaciones de estrés. 

La investigación arrojó que las mujeres que tenían los niveles más elevados de alfa amilasa, eran un 29% menos fértiles, lo cual reducía a la mitad sus probabilidades de concebir.

Más ansiedad y depresión


Se observa que las parejas afectadas por infertilidad muestran índices mayores de ansiedad y/o depresión, lo cual no implica una mayor incidencia de trastornos mentales propiamente, sino una respuesta emocional que corresponde a la experiencia de constatar que el embarazo no se produce espontáneamente en los tiempos esperados, lo cual frustra la expectativa de seguir adelante con el proyecto de vida de la pareja.

La realidad es que el estrés puede causar una serie de reacciones en una mujer, y otra serie en otras, por lo que en última instancia la forma de cómo o por qué el estrés afecta la fertilidad puede ser muy individual.

Biológicamente, debido a que el hipotálamo regula tanto las respuestas al estrés, como las hormonas sexuales, es fácil comprender que el estrés puede causar infertilidad en algunas mujeres. 

Se sabe que una región del cerebro, denominada hipotálamo, puede incidir en la función reproductiva, ya que situaciones de mucho estrés, como duelos o ejercicios físicos excesivos, pueden provocar atrasos menstruales, falta de ovulación o de menstruaciones.

¿Qué sucede en el caso de los varones?


En el hombre, el estrés también puede reducir la cantidad y calidad de espermatozoides, debido a lo expuesto anteriormente. 

El estrés laboral en los varones ha mostrado mucho menor volumen de semen y concentración de espermatozoides y esto se atribuyen a bajas concentraciones de la hormona LH y testosterona. Sin embargo, la relevancia de estos hallazgos de investigación está en la práctica clínica, todavía por determinar.

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